La Isla de las Dovelas

Dovela es un término arquitectónico que alude a las piezas en forma de cuña que componen los arcos. A la que ocupa el lugar central, a la que cierra la bóveda, se le llama clave. Esta historia se yergue sobre esos dos conceptos, encadenando personas, decisiones y consecuencias a través del tiempo. Una isla ubicada en la última frontera terrestre sirve de escenario para el viaje con el que el protagonista procura reencontrarse consigo mismo. Un viaje que, sin proponérselo, terminará oficiando de puente entre el arrepentimiento y la redención para muchos otros. Nuestras vidas se fundamentan en las rutinas que surgen del día a día, donde lo que sucede a diario pasa a entenderse como la normalidad. En base a ello es que trazamos el recorrido que comunica quienes fuimos y quienes queremos ser. Pero, ¿y si dejáramos atrás todo lo que hemos construido y nos arriesgáramos a empezar de nuevo? En sus manos el lector encontrará la historia de un hombre que decide poner su vida de cabeza con la intención de reencontrarse consigo mismo. Es así como inicia un recorrido que le llevará a derribar las barreras de la individualidad e involucrarse en las vidas de quienes le rodean, en un viaje a la vez físico y espiritual, donde la dualidad del protagonista es comparable a la de cualquier otro hombre. Su curiosidad y la perspectiva de estar frente a una realidad en constante transformación, le alentarán a ver alternativas donde comúnmente no lo hacía y avanzar en pos de ellas a su propio ritmo, sincerando sus debilidades y reconociendo sus virtudes. La obra aborda temáticas propias de la condición humana y de perenne modernidad como el amor, la amistad, la libre elección y la vida después de la muerte. En torno a estos ejes argumentales es que se busca que giren las emociones del lector, procurando conectar con su ser más íntimo e instándolo a reflexionar sobre la necesidad de lograr un equilibrio entre nuestra intimidad y la vida en comunidad. Entre líneas subyace una crítica al contexto actual, que tras una aparente interconectividad nos aísla en compartimientos estancos, liberándonos del costo emocional de la exposición. Desde esta perspectiva cada diálogo cobra trascendencia, ya que sirve como puente entre personas incompletas que necesitan del otro para poder llegar a realizarse y sanar las heridas de su pasado. El escenario es una pequeña comunidad, remota y aislada, en la que vive un pueblo con un rico patrimonio cultural desarrollado en un trasfondo único y poco conocido. Estas páginas pueden servir para que el eco de su memoria llegue a más personas y así despertar en ellos la curiosidad por lo que esta voz, antigua y poderosa, tiene para decir. Echando raíces es la primera parte de esta saga, inmersiva y cautivante, que traspasa las barreras del tiempo.